El Imaginero

ESPACIO-DIFUSIÓN

8.26.2005

ESTÚPIDO


Quiero hacerte el amor con mi disfraz de conejo rosa.
Quiero infectar tu herida con lágrimas azules.
Quiero gritarte boleros de la post-guerra, mirando en el cielo las estrellas.
Quiero tragar un puercoespín bebé.
Quiero un Volkswagen para atropellarte.
Quiero borrar Octubre del calendario.
Quiero lanzarme de la azotea del Swissotel, sobrio.
Quiero orinarme los pantalones y acostarme con la Virgen María.
Quiero golpear a los pobladores de la huaca Huallamarca.
Quiero amanecer trovando con Silvio Rodriguez por la avenida El Rosario, como siempre.
Quiero tocar Rape Me en el velorio de mis padres.
Quiero fornicarte con mi flácido pene y no calentarte solamente.
Quiero calar tu nombre con la hoja de afeitar oxidada, en mi corazón.
Quiero llevarte a ninguna parte y recordar lo que no fue.
Quiero seguir esperándote junto a Ricardo Palma en la alameda que lleva su nombre.
Pero sobre todo, quiero no pensar en ti.

CARARRASPADA


Voy a 120 tragos por hora en plena avenida central montado en mi bicicleta de juguete. No quiero esquivar borrachines que conducen autos importados, ni escaparme del drogado policía que asalta con su Paintfhinder a los que escapan de la luz. Igual seré atropellado.
Posiblemente me detenga para verte cruzar el puente peatonal, y también puedo saltar contigo, pero no dejaré que lo hagas sin tus saddles jumping; y también puedo raspar mi mejilla derecha contra el asfalto para que no me vuelvan a tocar tus labios, pero no pidas que deje mis vicios por tu corazón indiferente.
Ayer seguí dribleando a señores de saco y corbata de la tribuna occidental de mi país, sin darme cuenta que el pseudo underground que maneja es solo una careta con moretones comprados a crédito en la tienda de moda. Hoy escapo de mi habitación monocromática para enrumbarme en la ciclovía del Alprazolam y farmacia, mientras el extraño te coge sobre mi sábana gris. Te veo.