El Imaginero

ESPACIO-DIFUSIÓN

11.25.2005

ATRAPADO


No me jodas. Tengo que morderle la oreja, conectarle jabs en el cerebro, patearle entre las piernas, zamparle un cabezazo y hacerle el amor sobre la lona. Inútil es contar hasta diez, cuando solo necesito tres para mi precoz satisfacción. No se levantará a menos que yo lo diga o cuando Don King deje de espiar tras la cerradura. Tengo suficientes esteroides para noquearle en el primer round y seguir tumbándole los siguientes dieciséis asaltos. Los únicos puntos que ganará son los que cerrarán su corte facial.
Aún así estaré ahí, atrapado en el cuadrilátero de plástico esperando acabar con el reflejo dantesco que he creado.

BURBUJA


Hay una burbuja traslúcida que no podrás reventar, aquella que te hace renegar cuando me haces el amor virtual. A veces flota sobre mí y me atrapa como crak bajo la lengua, me diluye con saliva para luego escupirme en Plaza Francia junto a los maricas y mi amiga soledad.
Creerás que es fácil penetrar esa esfera delicada, con tus manos de porcelana y lengua asfaltada, solo necesitas embriagarme en algún bar, acariciarme los cabellos sin tu fingir natural, regalarme un trozito de tu eyaculación feminal y luego, cuando despierte, asesinarme en el lugar. ¿Podrás?

DESAMPARADO


Estoy corriendo junto a mi duende por la alameda ribereña cerca al río Rímac, inhalando terokal en nuestra bolsita violácea y escupiendo maldiciones al cuarto menguante que desaparece entre tu sombra.
Dicen que los rieles del tren se calientan al llegar la locomotora. Esta vez pegaremos nuestras mejillas fuertemente contra el hierro para olvidarnos de tu llegada y también destruiremos las flores amarillas que te esperan en la Estación Desamparados, eso sí, te regalaremos nuestros globos oculares apanaditos con polvito de cocaína. ¿Comerás?

ELIMINAR


No es fácil ser el que camina entre gente inconsciente, pensando en qué sucederá si a Dios se le ocurre eliminar. En algunos casos no le vasta un terremoto de altos grados, incendio forestal, una epidemia virulenta o el cantar de los que no están. Seguro nos auguran proféticas trompetas bañadas en oro sonando a nuestro alrededor justo en el instante en que nos perdemos entre rutinas y sincretismo. El supremo necesita aumentar la tasa de mortalidad para poder equilibrar.
No es fácil ser el que pierde la cordura y dispara odio entre los peatones, pensando que así todo pueda cambiar. Destino hay.

ESTANCIA


Voy a dispararte en la sien mil excusas por mi suicidio, si quieres, pero antes tendrás que bailar desnuda en el frontis del Palacio de Justicia. No lo hagas bajo cortinas de humo generadas por el skunk, tampoco con recuerdos de alcoba sin sexo marital, sólo hazlo sobre pedazos de corazón artificial y esas plumas invisibles que robaste de mi almohada.
Hoy es jueves y no te escucho gritar los boleros de antaño, mucho menos gemir un falso orgasmo premeditado con botija de cachina, cuando me estimulo en el baño.
Ayer te quise de madrugada, ojalá mañana camines sobre mi techo mojado con tu pijama traslúcida. Bonita ternura.